Ansiedad por la salud o hipocondría
Casi todas las personas se preocupan ocasionalmente por su salud, pero cuando estas preocupaciones aparecen con demasiada frecuencia e intensidad, afectando nuestro estado de ánimo y nuestra calidad de vida hablamos de hipocondría o ansiedad por la salud.
Veamos algunos ejemplos…
– Paula (30 años) siempre ha estado muy preocupada por su salud. Un día llegó a casa con un fuerte dolor de cabeza, después de un día estresante en el trabajo. Empezó a sentirse mal y se acostó. Entonces, empezó a recordar la historia de una mujer que había tenido también un intenso dolor de cabeza y horas después había muerto de meningitis. Paula pensó que le podía estar pasando lo mismo a ella y empezó a sentirse muy angustiada. El dolor de cabeza empeoró. Días después, empezó a buscar información sobre los síntomas de la meningitis y, al leerlos, su dolor de cabeza empeoró. A partir de entonces, empezó a preocuparse mucho por las actividades que hacía o los lugares a los que iba. Con el tiempo, dejó de tener contacto con otras personas y se sintió progresivamente aislada y cada vez más triste. Ella creía estar haciendo lo mejor que podía para mejorar, pero las cosas iban cada vez peor…
– Roberto (48 años) casado y con dos hijos, responsable del Dpto. financiero de una gran empresa solicita ayuda psicológica. Padece permanentes taquicardias, ahogo, opresión en el pecho y dolores en hombros y espalda. Después de numerosas exploraciones médicas que descartan una causa orgánica, Roberto decide acudir a consulta aunque sin mucho convencimiento (él sigue pensando que padece una enfermedad cardíaca). Después de la evaluación psicológica se detecta en Roberto una gran insatisfacción personal y laboral, así como niveles de ansiedad muy elevados. En el trabajo vivía una situación de responsabilidad extrema, con situaciones de riesgo constantes, hecho que le acarreaba muchas dificultades para conciliar su vida laboral y familiar…
Algunas personas son infelices porque están enfermas, otras están enfermas porque son infelices. (Sir Walter Langdon Brown)
¿Qué es la ansiedad por la salud?
Hasta hace poco tiempo la excesiva preocupación por la salud era un tema poco comprendido. Se llamaba a la persona que la sufría “hipocondríaco/a” y a veces se entendía que los síntomas que padecía no eran reales. Sin embargo, actualmente sabemos que los síntomas que tienen las personas que se preocupan en exceso por su salud son reales y que pueden provocar un gran malestar.
La ansiedad por la salud es un trastorno psicológico en que la persona piensa que tiene una enfermedad a partir de la interpretación de determinadas sensaciones o síntomas.
Si existen frecuentes molestias físicas que no responden a ninguna causa orgánica, es muy aconsejable la visita a un psicólogo experto, pues pueden ser producto del propio estrés.
¿Cómo surge?
Los síntomas físicos surgen por diferentes motivos, como pueden ser: los cambios corporales normales, el estrés y la preocupación. Cuando una persona está preocupada o siente “estrés”, puede experimentar algunos síntomas físicos que son producto del propio estrés.
Por ejemplo, una persona puede tener dificultad para respirar, dolor en el pecho o sensaciones de hormigueo en los dedos. La persona puede malinterpretar estos síntomas y pensar que está “gravemente enfermo/a”. Estos pensamientos hacen que la persona se preocupe y la preocupación por sí misma hace que aumenten los síntomas físicos…y así la persona puede entrar en un círculo vicioso, que vemos a continuación, del que es difícil salir.
Factores que predisponen a la hipocondría
– Factores sociales y culturales relacionados con la interpretación de los síntomas físicos y las enfermedades (temores infundados, noticias malinterpretadas, etc.)
– Prestar excesiva atención a los síntomas físicos.
– Creencias erróneas acerca de lo que es estar sano o estar enfermo (por ejemplo: “Una persona sana no tiene síntomas físicos”.
– Falta de habilidades para afrontar sucesos estresantes como por ejemplo: No saber defender nuestra postura en cualquier ámbito, no saber reconocer nuestras propias necesidades, no “nutrirse” de estímulos positivos en la vida cotidiana, no saber relajarse, etc.
¿Tiene tratamiento la ansiedad por la salud?
La respuesta es sí. El tratamiento que se ha demostrado que es más eficaz en la ansiedad por la salud es una forma de tratamiento psicológico que se llama terapia cognitivo-conductual. En este tipo de terapia, con la ayuda de un psicólogo experto, la persona con ansiedad por la salud aprende a valorar de forma menos negativa sus sensaciones y cambia algunos comportamientos que mantienen el problema. En manos de profesionales expertos, este tratamiento es muy efectivo. Además, no se trata de un tratamiento muy largo y en unos meses puede verse una mejoría importante. En algunos casos, los tratamientos con fármacos pueden también ser útiles como parte del tratamiento.
Si este es su caso consulte cuanto antes a un psicólogo o psiquiatra especializado y experto en este tipo de trastorno, ya que le informará acerca del tratamiento cognitivo-conductual y el abordaje más adecuado en su caso en particular.