Celos, aroma de desconfianza
¿Te consideras celoso/a? ¿Tienes problemas con tu pareja por el tema de los celos? ¿Tienes miedo a perderle/la? ¿Crees que necesitas ayuda?
El amor es una de las emociones más bonitas y más complejas del ser humano, pero esconde un lado oscuro, otro sentimiento implicado que puede llegar a ser el veneno perfecto para cualquier relación. Estamos hablando de los Celos, que los entendemos como el sentimiento de miedo a perder lo amado, que a diferencia de la envidia, que es el deseo de lo que el otro tiene, para tener celos se debe tener el amor del otro y temer perderlo.
Hasta este punto podemos decir que es normal padecer en algún momento este sentimiento, lo que no quiere decir que sea sano padecerlo, es decir, que sea natural no quiere decir que sea beneficioso para el individuo o su pareja. Quien siente celos prefiere que su pareja permanezca con él/ella y no desea que tenga una relación demasiado íntima con nadie más. Esto a veces puede causar algunos problemas en la pareja pero no son demasiado serios ni producen un malestar intenso a ninguno de los miembros de la pareja.
Pero como todos los sentimientos humanos, los celos en exceso pueden ser problemáticos, esto es a lo que se le llama Celos Patológicos o Celotipia, que no es otra cosa que cuando los celos que se sienten hacia la pareja se convierten en una obsesión que destruye completamente el bienestar del individuo que lo padece, el de su pareja y el de su entorno familiar y social. Así, la persona celotípica no puede permanecer en paz y armonía con su pareja por mucho tiempo, pues todos sus actos y acciones están dominados por los celos y la inseguridad que siente.
Se caracteriza por:
- Ansiedad y preocupación constante por la pareja y sus acciones.
- Sentimientos de abandono constantes.
- Sospechas constantes de ser víctima de un engaño amoroso.
- Necesidad de estar junto a la pareja todo el tiempo
- Actitudes paranoicas con la pareja.
- Aislamiento del grupo familiar y social.
- Baja autoestima y sentimientos de inseguridad
Los celos cuando superan una dosis razonable, destruyen la pareja. Por ejemplo, es razonable que nos podamos sentir celosos cuando una persona de nuestro mismo sexo habla regularmente con nuestra pareja. Pero a la larga los celos pueden llegar a destruir la relación: la amenaza constante, sentir que se está observando cada comportamiento, hará, tarde o temprano, que la pareja cambie su forma de comportarse, que se destruya la posibilidad de diálogo y, finalmente, el miedo a perder al otro acaba llevando la relación a su fin.
Los celos patológicos pueden ser provocados por cuatro grandes causas:
- Falta de confianza en uno mismo: las personas inseguras muchas veces no se sienten merecedoras del amor de su pareja y esto les lleva a desconfiar de la sinceridad y cariño del otro.
- Experiencias familiares: Es probable que una persona que haya presenciado escenas de celos en sus padres tenga más predisposición a ser celoso que otra cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.
- Experiencias vividas: las personas que han sido traicionadas alguna vez por alguien en quien confiaban es más probable que posteriormente desarrollen una personalidad celosa.
- Trastornos psicológicos: las personalidades paranoides, narcisistas e histriónicas tienen una gran tendencia a desconfiar continuamente de los demás.
La ayuda de un profesional de la salud mental se hace indispensable, puesto que las consecuencias pueden resultar muy negativas para la pareja. Por medio de la psicoterapia, la persona puede sacar a la luz los orígenes más profundos de su actitud celosa y posesiva. Controlar los celos no es una labor imposible, pero cada uno debe poner de su parte para mejorar poco a poco la relación.
Para la mejora de la relación de pareja se debe contribuir acudiendo puntualmente a las citas y tratándose tal cual sugiere el especialista. La buena salud emocional y la comunicación en pareja son las bases fundamentales para despejar un panorama devastado por los celos. Juntos podrán salir adelante, dedicando tiempo y amor para construir un nuevo camino.
Lo cierto es que no podemos olvidar es que si no hay confianza no hay nada… El amor que es el sentimiento más hermoso que podamos experimentar, tiene un peldaño tan delicado y tan frágil que debemos cuidar y conservar, ese peldaño se llama CONFIANZA.