¿Cómo sobrevivir al corona-confinamiento en pareja?
Ya han pasado varios días desde la implantación del estado de alarma en nuestro país…y a estas alturas nos hemos familiarizado con conceptos como el confinamiento, la cuarentena, la manera correcta de lavarse las manos, los efectos de la curva de afectados por el Covid-19 en la capacidad de nuestro sistema sanitario, etc. Además, seguramente ya conocerás todos los consejos para hacer más llevadera esta etapa de nuestra vida, que como poco, se presenta incierta: levántate cada día a la misma hora, quítate el pijama, trabaja, haz deporte, yoga, juega con tus hijos, sal al balcón a aplaudir a las 20h, y un largo etc.
Dicho esto, y aun suponiendo que sigamos al pie de la letra todos los consejos…la realidad es que la situación es especialmente difícil por la novedad, la incertidumbre y el miedo ante lo desconocido, pero sobre todo porque SOMOS HUMANOS…eso implica que tenemos emociones que irán aflorando a lo largo de estas semanas: miedo, rabia, indignación, frustración, desesperanza…Sin perder de vista el “duelo” que sin darnos cuenta estamos sobrellevando por haber “perdido” (al menos temporalmente) nuestro estilo de vida.
En esta situación de confinamiento, con las emociones a flor de piel, como es de prever, la convivencia entre las personas que viven en pareja, con o sin hijos, será más complicada. La irritabilidad facilitará la discusión, con el agravante de no poder “airearte” en otro espacio o con otra gente.
De hecho, en China las demandas de separación se han disparado tras el aislamiento forzado en el hogar. Según el diario Global Times, en las oficinas de registro de Xi’an, el pasado 5 de marzo recibieron 14 solicitudes de divorcio, que es lo máximo que se había visto en un solo día. Es una realidad y los estudios lo demuestran: los períodos en los que hay más demandas de divorcio son después de las vacaciones de verano y de Navidad. Por ello, no es de sorprender que en este momento ocurra lo mismo, sumando además la falta de información, los datos diarios sobre afectados, y la preocupación por nuestra salud y la de los nuestros, así como la situación económica (actual, pero, sobre todo, a medio plazo).
Con este caldo de cultivo, los conflictos con nuestra pareja están (casi) asegurados, y temas no nos faltarán: tareas domésticas, tiempo dedicado al trabajo, pugnas por saber quién tiene “el trabajo más importante”, cuidado de los hijos si los hubiera, uso de espacios comunes, gestionar el (mal) humor del otro, etc.
Esta situación será un período de riesgo para muchas parejas en cuanto a su estabilidad y su posterior continuidad. Pero, ¿y si lo enfocamos de manera diferente? ¿y si nos proponemos esta “prueba de vida” como un reto para superarlo juntos, como un equipo? Para lograrlo, en primer lugar, debemos ser realistas, normalizando esos momentos de “bajón anímico” que todos, absolutamente todos, tendremos. Unos días estaremos más optimistas y animados, pero otros conectaremos más con la frustración o la ansiedad. Si ACEPTAMOS la presencia de emociones negativas (tanto en nosotros mismos como en el otro), y las gestionamos adecuadamente, podremos prevenir una “explosión”. Es decir, un arranque de ira mal gestionado, que podría suponer una discusión de alto voltaje.
Si actualmente estás viviendo en pareja y aceptas el reto de transitar este confinamiento en positivo, trabajando en equipo, aquí te dejamos algunas herramientas prácticas que te pueden ayudar:
- Mejorar la comunicación: Este punto deberíamos tenerlo siempre presente, pero parece aún más significativo en estos momentos. Cuando quieras expresar algo importante a tu pareja, es vital hacerlo de manera asertiva. Esto es, escoger el momento más adecuado para decir aquello que piensas, sientes o necesitas. No olvides ser consciente de tu tono y volumen de voz, así como de “preparar” mentalmente un poco los puntos más importantes que quieres trasladarle.
Así mismo, no olvidemos que, además de hablar, tenemos que escuchar, pero escuchar bien. Es decir, poniendo toda nuestra atención a aquello que nos expresa el otro, verbal y no verbalmente.En cuanto al momento, es mejor hacerlo sin distracciones (sin TV, silenciando el teléfono), y, si hay hijos, mucho mejor cuando estos estén distraídos o durmiendo.
Por último, evita acusar; es más adecuado expresar lo que sientes desde el “YO” (“yo creo que…”, “desde mi punto de vista…”), porque evitas que la otra persona se ponga a la defensiva.
- Expresar nuestras emociones: Existen parejas que hablan de todo, pero sin “intimidad emocional”. Es decir, se explican cosas del día a día, comparten experiencias con los amigos, hijos, etc. pero no expresan qué emociones están sintiendo. Aparecen, por ejemplo, preocupaciones acerca de la relación, pero prefieren intentar normalizar el día a día, y evitan confrontar un tema delicado que podría hacerles sentir incómodos. Evidentemente, son conflictos que se acumulan y que después aparecen de repente por cualquier discusión. La cuarentena es una ocasión maravillosa para compartir tus sentimientos con tu pareja. Como siempre, escogiendo un buen momento, ambos podéis realizar una reflexión en voz alta en relación a cómo os estáis sintiendo en esta situación de confinamiento, o con cualquier otro tema. Es importante que no juzguemos lo que el otro nos explica, ya que es un “regalo” que nos abra su corazón y comparta su intimidad con nosotros. Sería ideal expresar apoyo y empatía por aquello que nos expresa. Y si aquello nos atañe, intentar responder (no reaccionar) con calma, siguiendo las pautas del anterior punto.¡Atención! Esto no aplica si habías decidido separarte antes del estado de alarma. Quizás no es el momento de comunicarlo, ya que sería muy incómodo, e incluso insoportable; aunque sí sería recomendable poder expresar tus emociones y desahogarte con alguien de confianza, a través del teléfono o el Skype.
- Cuidar la sexualidad: El día a día, la rutina, el estrés, etc. son enemigos de una sexualidad sana y satisfactoria. Aprovechemos entonces estos días encerrados en casa para llevar a cabo experiencias sexuales que os apetezcan a ambos, hacerlo en sitios nuevos de la casa, y si teníais juguetes sexuales antes del confinamiento, es momento de usarlos. Claro está, cuando hay hijos por la casa…tendréis que esperar a que estén dormidos.Si vuestro deseo sexual antes del confinamiento estaba en horas bajas, podéis aprovechar este tiempo para realizaros masajes el uno al otro, usar cremas o aceites que tengáis por casa, buscar información sobre masajes eróticos…y poco a poco, con la práctica, el deseo volverá a hacer acto de presencia.
- Compartir aficiones en común: Al igual que antes del confinamiento, una pareja funciona mejor si comparten aficiones. Intentar llevar a cabo estas actividades durante la cuarentena será un buen momento para “encontraros” y cargar la batería emocional juntos, más allá de las tareas domésticas, el teletrabajo, los deberes de los niños, etc. Por ejemplo, podéis “quedar” a una hora determinada con la ropa de deporte puesta y realizar un tutorial de actividad física, yoga, pilates o baile. Así mismo, si os gusta el cine, podéis seleccionar juntos una lista de películas que os apetezca ver juntos.
- Respetar la individualidad: Dicho todo lo anterior, una vez más al igual que en una relación de pareja “normal” (véase, sin confinamiento), es sano que ambos miembros de la pareja puedan disfrutar de una parcela de intimidad para llevar a cabo aquellas actividades que prefieren realizar en solitario, como por ejemplo, leer, escribir, meditar, pintar, coser, hablar con los amigos o familiares, hacer videollamadas…o simplemente “estar a solas”, sin necesidad de hacer nada ni compartir con nadie.
Estamos viviendo algo único, que pondrá a prueba nuestra resistencia, y como decíamos al principio será un reto para muchas parejas. No podemos evitar esta situación, pero sí podemos elegir cómo vivirla. Habla con tu pareja y comparte lo que acabas de leer y, entre los dos, elegir cómo llevarlo a cabo.