¿Cómo sobrevivir a la navidad?
Cuando llega el mes de diciembre, es inevitable pensar en una cosa: la Navidad. Las navidades son unas fechas controvertidas, hay quien las espera alegremente (sobre todo los más pequeños de la casa) y hay quien las detesta. Estés en la posición en la que estés, no negarás que se trata de una época estresante: multitud de cenas y comidas a las que asistir y que organizar, infinidad de regalos que comprar, reencuentros familiares, añoranza de los que ya no están, hacer balance de todo un año y a veces lidiar con momentos de soledad.
A continuación, queremos darte una serie de consejos para “sobrevivir” a la Navidad:
¿Cómo gestionar el estrés derivado de los múltiples eventos navideños?
Es habitual que nuestra agenda se sature más de lo habitual en diciembre, tanto por las comidas y cenas propias de la celebración de la navidad como por el resto de encuentros que se suelen organizar en estas fechas (la cena de la empresa, un encuentro con los antiguos compañeros de colegio, otro con los amigos, comidas con clientes…). Muchas veces nos sentimos obligados a asistir a todos los compromisos que nos van saliendo, pero la realidad es que no siempre lo estamos. Por ello, poner límites a estos eventos nos ayudará a rebajar el nivel de estrés. Medir racionalmente el grado en que estamos obligados a asistir a los diversos eventos, y medir también el grado en que nos apetece ir, nos ayudará a priorizar y a decidir dónde ponemos los límites. Que se te convoque a una cena no significa que “sí o sí” tengas que asistir a ella.
¿Cómo gestionar el estrés que supone la “fiebre” de regalos?
Amigos invisibles, un detalle para un cliente especial, regalos para toda la familia,… Esto no solo es una locura para el bolsillo, sino que también puede generarnos mucho estrés si no nos organizamos bien y no somos previsores. Una estrategia básica para gestionar este tema es hacer una lista. Antes de entrar en “la jungla” de las tiendas, anota los nombres de todas las personas a las que vas a hacer un regalo, y al lado escribe qué crees que podría gustarle y dónde podrías encontrar dicho obsequio. El hecho de salir a comprar con las ideas claras y una ruta definida te ayudará a ahorrar tiempo y a cumplir tu objetivo con menos agobios. Otra estrategia que te ayudará a paliar el estrés de los regalos es no dejarlo todo para el último momento, es mejor que hagas las compras unas semanas antes, dejando algo de tiempo para posibles imprevistos (objetos agotados que tardan en reponer, algún cambio de idea, etc.).
También es importante plantearnos qué es para ti un regalo. A veces nos sentimos obligados a comprar objetos, cayendo automáticamente dentro del consumismo general, pero hay muchas formas de hacer un regalo. Piensa qué te gustaría regalar a una persona escuchando a ti mismo/a. Se puede regalar tiempo, una experiencia, algo hecho a mano, unas galletas caseras, etc.
¿Cómo gestionar las emociones que aparecen en estas fechas?
Durante la época navideña es habitual que aparezca nostalgia y añoranza hacia las personas queridas que ya no están o que nunca han estado. Son días en los que nos reunimos con la familia, y en esos momentos es cuando más se notan las ausencias. Compartir con tus seres más queridos las emociones que te generan las ausencias te ayudará, es bueno liberarlas y no esconderlas. También puedes rendir un pequeño homenaje a los que ya no están, aprovechando para recordarles en estos días en que la familia está reunida. Por otro lado, tienes que permitirte disfrutar de las fiestas, ya que probablemente aquella persona que ya no está preferiría que así lo hicieras, antes que verte triste.
No es solo la pérdida de un ser querido que puede generar sentimientos de soledad, sino también la lejanía de algún ser querido, dificultades económicas, problemas de salud, no tener pareja, no tener un hijo, entre otros. No hay que presionarse, hay que dejar la imposición de lo que la Navidad “debería ser”. No podemos cambiar las circunstancias porque muchas están fuera de nuestro control, pero podemos elegir como reaccionamos a ellas. Puedes parar a reflexionar y agradecer por lo que tienes y las personas importantes que tienes en tu vida. Puedes involucrarte en una actividad solidaria, como por ejemplo ayudar en un comedor social o cualquier actividad voluntaria. Te sentirás útil y satisfecho por estar ayudando personas que necesitan apoyo.
Hacer balance del año.
Es habitual durante las fiestas navideñas, coincidiendo con el final del año, hacer balance del mismo: los logros, los objetivos no alcanzados, los nacimientos, las pérdidas, los cambios en general. En este sentido, muchas veces caemos en la trampa de fijarnos más en las cosas negativas que en las positivas, así que intenta esforzarte en recordar principalmente todo aquello positivo que ha tenido tu año, y, por otro lado, intenta sacar un aprendizaje de aquello menos positivo. Es también el momento de pensar nuevos propósitos para el año nuevo, ya sean personales o profesionales; lo importante es no dejar de crecer.
Si eres de esas personas a las que les cuestan estas fechas, y has intentado en varias ocasiones sobrellevarlas sin éxito, no dudes en contactar con nosotros.