La rutina puede ser uno de los principales motivos de ruptura en una pareja. La confianza, el día a día, las obligaciones, etc., provocan en muchas ocasiones que algún miembro de la pareja o ambos, descuide la relación.
A parte, la monotonía en la que se ven envueltas muchas parejas da paso a la frustración, la desilusión y el distanciamiento. Esto puede verse incrementado en algunas parejas cuando tienen hijos, pues priorizan el rol parental por encima del rol de pareja.
Dentro del tratamiento de las dificultades de la rutina en la pareja el trabajo terapéutico puede abarcar alguna de las siguientes opciones, siempre ajustándolo al contexto concreto de la persona o la pareja.