¿Sabes dónde se encuentra la frontera entra la tristeza y la depresión?
¿Qué es la Tristeza?
La tristeza es una de las emociones básicas que se puede dar como consecuencia de sucesos que implican la percepción de pérdida y que conducen a sentimientos de pesadumbre y melancolía. La tristeza, como todas las emociones básicas, es adaptativa, es decir, tiene varias funciones:
- Despertar la atención y ayuda de los demás: aumento de la cohesión.
- Focalización de la atención hacia nosotros mismos.
- Apaciguar las respuestas agresivas de los demás hacia nosotros.
¿Qué manifestaciones puede tener la tristeza?
Físicas: Disminución de la energía física y del entusiasmo. Se enlentece el metabolismo. Pérdida apetito y deseo sexual.
Cognitivas: Pensamientos de desaliento, melancolía y pérdida de energía. Desconsuelo, pesimismo y desesperanza .Autocompasión. Desvalorización de uno mismo.
Conductuales: Llorar, evitar actividades gratificantes, etc.
La tristeza, como ya hemos visto, es una emoción, pero ésta, si persiste en el tiempo o se intensifica, puede llevarnos a lo que podríamos llamar un estado de ánimo deprimido. El estado de ánimo deprimido (depresión) es una de las condiciones de malestar psicológico más frecuentes en los seres humanos. Las características de este estado de ánimo pueden ser muy distintas de una persona a otra. Puede variar tanto en los síntomas que tiene la persona, como en la evolución temporal. Unas veces puede ser episódico y otras estar presente la mayor parte del tiempo. También puede variar por la intensidad, ya que puede pasar desde estados muy leves a profundamente severos.
Lo habitual es que los síntomas que se padecen en una depresión se agrupen en cinco grupos:
- Anímicos: La emoción más habitual es la tristeza. Está casi siempre presente y es la queja más usual. También incluiríamos la pesadumbre, infelicidad y abatimiento, aunque podría estar presente incluso la irritabilidad, nerviosismo o la sensación de vacío.
- Motivacionales y conductuales: La apatía, la indiferencia y la disminución de la capacidad de disfrute serían los más típicos (ejemplos: la falta de ganas para levantarse de la cama, asearse o ir al trabajo y la disminución en la capacidad de toma de decisiones).
- Cognitivos-Mentales: Distinguiríamos dos aspectos: En primer lugar la disminución del rendimiento en áreas como la memoria, atención y concentración. Y en segundo lugar las alteraciones del contenido de nuestra mente: errores al valorarse a sí mismos, a los demás o al futuro y auto desprecio, auto culparse o perder la autoestima.
- Físicos: Aquí incluiríamos los problemas de sueño (tanto por la incapacidad de dormir adecuadamente como por hacerlo en exceso), la fatiga, pérdida del apetito y disminución tanto del deseo como de la actividad sexual.
- Interpersonales: El principal síntoma es la pérdida o deterioro de las relaciones con los demás que incluso puede llevar a ser rechazado, lo que a su vez produce un mayor aislamiento y puede hacer que cronificar este estado de ánimo deprimido.
Si identificas que tú o alguien de tu entorno pueda padecer síntomas depresivos, no dudes en contactar con nosotros. La depresión se puede tratar de forma eficaz con una ayuda profesional adecuada.