Efectos del confinamiento en casa en los niños
La situación de confinamiento actual ha representado una ruptura en las rutinas diarias de todos, pero sobre todo para los niños y adolescentes.
Es por ese motivo que podemos observar con una mayor probabilidad dificultades en la regulación emocional y de la conducta en los más pequeños, por diversos factores: cambios de hábitos y rutinas, falta de interacción con iguales, sensación de incertidumbre, necesidad de actividad física al aire libre, etc.
Éstas dificultades para regular las emociones pueden darse inicialmente en forma de quejas de aburrimiento, seguidas de episodios de rabietas y enfados, irritabilidad, apatía, miedos, conductas de oposicionismo y alteración en los hábitos de alimentación y sueño.
¿Qué podemos hacer para prevenir la aparición de dificultades?
Pautas saludables durante el confinamiento:
- Establecer un horario para mantener las rutinas y los hábitos básicos: para ello podemos crear un horario de fácil acceso, hecho que contribuirá a reducir la sensación de aburrimiento y de incertidumbre. Debemos incluir tanto las actividades de tipo académico, como de colaboración en casa, de autonomía (vestirse, higiene personal, orden de la habitación, etc.), y de ocio (leer cuentos, ver algún concierto, escuchar música, tocar algún instrumento, hacer recetas, juegos de manualidades, juegos de construcción o rompecabezas, juegos de mesa, etc.).
- Evitar el uso excesivo de pantallas y acceso a redes sociales (podemos incluirlo en el horario).
- Mantener unos horarios que faciliten la preservación de los hábitos de sueño, así como cuidar la alimentación y evitar picar entre horas. Podemos crear un menú de la semana en el que participen con ideas todos los miembros de la familia.
- Potenciar actividades que impliquen movimiento (bailar, realizar alguna actividad coreografiada, hacer yoga o pilates, etc).
- Fomentar el contacto con otros familiares y amigos, a través de video llamadas o llamadas telefónicas para así incrementar la sensación de contacto social.
- Tener en cuenta que el estado de ánimo de los adultos afecta a los niños, por lo que debemos cuidar nuestro estado de ánimo, para preservar el suyo y así evitar enfrentamientos o tensiones.
Finalmente, debemos transmitirles los aspectos positivos que puede reportarnos la situación de confinamiento. Valorar el aumento de tiempo que pasamos juntos, así como el mayor tiempo de ocio para dedicar a aquellas cosas que a veces no tenemos tiempo.
Y recuerda, si necesitas ayuda para organizar las rutinas del día a día, si percibes que el estado de ánimo de los más pequeños de la casa se ve afectado, o incluso si tu estado de ánimo está interfiriendo en la dinámica familiar, no dudes en contactar con los profesionales especializados.