Autoestima: ansiedad y depresión (1ª parte)
Entrevista con el equipo psicológico de Itae Psicología sobre la autoestima
Aunque todos intuimos lo que es ¿podría darnos una definición de la autoestima?
Refleja la opinión que tenemos nosotros mismos, y el valor que nos concedemos como personas. La autoestima es el grado de amor o estima que sientes hacia ti mismo. Ésta se va construyendo a lo largo de toda la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, y supone un sello que nos acompaña toda la vida. A menudo nos encontramos con personas que no se sienten válidas y en realidad son muy competentes. Al revisar esas vidas con frecuencia encontramos una educación que valora más los fracasos que los éxitos; se trata de personas que han crecido bajo la crítica. Esto paraliza y bloquea y conlleva la pérdida de oportunidades profesionales y personales.
¿Cómo puedo medir el nivel que yo tengo?
Una forma sencilla sería analizar tu estilo de comunicación: se trata de que analices si te comunicas expresando lo que sientes y lo que piensas. Si respetas tus derechos pero también respetas los derechos de los demás. O si por el contrario, das preferencia a los demás a costa de tu bienestar. Mira si te sientes segura/o, capaz de tomar decisiones. Si esto falla tú autoestima no te está permitiendo llevar la vida a la que puedes aspirar.
¿Y cuáles son los estilos de comunicación que indican que tenemos una mala autoestima?
Podríamos definir 2 estilos diferentes: el estilo de comunicación pasivo o inseguro y el agresivo. El primero antepone las necesidades de los demás a las suyas propias sin tener en cuenta sus derechos y necesidades mientras que el segundo impone su opinión sin tener en cuenta las necesidades de los otros (ambos estilos reflejan baja autoestima).Son personas que no se respetan ni a sí mismos ni a los demás, pierden oportunidades, se hieren, se sienten solas, tensas y sin control. Emociones como la ira, la ansiedad y la tristeza son frecuentes en ellos.
Esto de la asertividad tiene mucha miga
Sí. Es natural que la gente se frustre y se deprima si atiende a las necesidades externas en vez de a las suyas propias, si actúa en función de lo que los demás esperan y no de lo que ellos mismos sienten.
Realmente, ¿la ansiedad o depresión pueden ser debidas a una baja autoestima?
En muchos casos sí. Tener una baja autoestima hace que no nos sintamos bien con nosotros mismos y esto nos hace vulnerables a experimentar sentimientos de ansiedad y un bajo estado de ánimo. Es un factor negativo añadido a la hora de que se desencadenen alguno de estos trastornos. Una sana autoestima es incompatible con la ansiedad o tristeza a no ser que algún hecho externo (muerte de algún ser querido, una situación laboral complicada, rupturas sentimentales, etc.) los desencadene. Y si éstos suceden una buena autoestima va a contribuir a que podamos afrontarlos con mayor capacidad y temple.