Los trámites de la separación y el divorcio son generadores de mucho estrés y malestar psicológico. El fin de una relación de pareja que era importante para nosotros requiere la elaboración de un duelo. El duelo por la ruptura de una relación sentimental se caracteriza por aprender a vivir con la idea de que la otra persona continuará con su vida, pero sin nosotros y afrontar nuestra vida en solitario con la incertidumbre que implica. Esto es precisamente lo que puede resultar doloroso y complicar la toma de decisión tratando de evitar este sufrimiento. Todo el proceso de separación, desde el inicio en el que surge el conflicto o dificultad en la pareja hasta el final, la propia separación, es un proceso que resta energía a la persona y capacidad de esperanza para mirar hacia el futuro.
Ya de por sí, llegar a tomar esta decisión de cambio es un proceso difícil y generador de estrés donde la persona puede verse superada por las demandas de la situación y sentir que no tiene recursos suficientes para hacerle frente.
Además, romper la pareja implica un cambio de etapa en la vida que puede generar incertidumbre acerca del futuro, problemas económicos, un proceso de adaptación en torno al cuidado de los/las hijos/as, repercusiones familiares, entre otras cosas.
En un proceso de separación de una relación de pareja, el trabajo terapéutico puede abarcar alguna de las siguientes opciones, siempre ajustandolo al contexto concreto de la persona.