Podcast Psicología: Técnicas de psicología.
Temporada 01, Episodio 09 – Técnica de solución de problemas.
Itae es el primer centro especializado en la prevención y el tratamiento de la ansiedad, el estrés y el estado de ánimo. Somos un equipo de psicólogos y psiquiatras con una amplia experiencia.
Nuestro propósito es mejorar tu calidad de vida y por ello hemos creado también este podcast, porque sabemos que la psicoeducación es el primer paso hacia tu bienestar emocional.
Acompáñanos y descubrirás técnicas útiles para manejar tus emociones de una forma fácil y práctica.
Muy buenas a todos y todas soy Lorena Alfaro psicóloga de Itae psicología. Hoy os traigo un podcast muy práctico. Vamos a aprender una técnica para resolver problemas y tomar decisiones. La podemos utilizar en esos momentos que a veces tenemos todos, en los que nos quedamos paralizados y no sabemos cómo resolver una situación complicada o cuando tengamos que tomar decisiones difíciles. Como cambiar de trabajo, mudarnos, dejar una relación… estas decisiones a veces tendemos a postergarlas y entramos en el bucle de ir posponiendo tomarla.
Antes de nada, es muy importante que analicemos de qué forma nos orientamos hacia los problemas, si lo hacemos de una manera positiva o negativa, ya que ello va a influir a la hora de buscar una solución.
Muy importante que analicemos de qué forma nos orientamos hacia los problemas, si lo hacemos de una manera positiva o negativa, ya que ello va a influir a la hora de buscar una solución.
- Una persona que tenga orientación al problema de forma positiva tenderá a:
- Considerar los problemas como retos
- Ser optimista y Verse capaz
- Considerar las emociones desagradables, como la tristeza o el miedo, como parte del proceso de solución de problemas. A veces son útiles las emociones desagradables y nos ayudan a darnos cuenta de muchas cosas.
- En cambio, en la orientación negativa hacia los problemas, se tiene a:
- Considerar los problemas como amenazas
- Creer que son irresolubles
- Dudar de ti para resolverlo
- Y no aceptar que aparezcan emociones desagradables, querer taparlas…
Y si lo estamos haciendo de forma negativa…tenemos que plantearnos un cambio a este nivel. A veces esto es lo que más cuesta, recordad que, si en algún momento necesitáis ayuda profesional para ello, en Itae podemos ayudaros.
En cuanto a las emociones degradables que puedan aparecer en este proceso, muchas veces nos dicen en consulta, no, es que cuando me voy a enfrentar a un problema me da miedo, me pongo nervioso y me siento incapaz, así que no me enfrento. Dame técnicas para no ponerme nervioso ni sentirme incapaz. Y ya cuando lo tenga controlado me enfrentaré a los problemas.
NO funciona así. Tienes que enfrentarte aceptando esa emoción y poco a poco esa emoción se irá adaptando, irás teniendo experiencias exitosas e irá desapareciendo, pero al principio forma parte del aprendizaje, es normal, no pasa nada.
Cómo orientemos el problema tendrá un gran efecto en la motivación que tengamos para resolverlo, y en el compromiso para en intentar las veces que sean necesarias, resolver ese problema.
Hay veces que nos encontramos con personas que tiene una orientación positiva para los problemas del trabajo, pero negativa para los problemas de casa y viceversa. Esto puede pasar, dependiendo de lo segura o seguro que me note en una determinada área y de los éxitos pasados que haya tenido, voy a tener una orientación u otra. Como os decía, buscar ayuda profesional puede ser muy positivo si estáis atascados en este punto.
Hay veces que nos encontramos con personas que tiene una orientación positiva para los problemas del trabajo, pero negativa para los problemas de casa y viceversa.
Una vez tengo claro que lo mejor es orientarme al problema de forma positiva, tengo que ver cómo lo resuelvo.
Pero antes de eso debo hacer una reflexión y tiene que ver con las prioridades. No traduzcamos lo que voy a decir con “ser egoísta”, pero la prioridad en nuestras decisiones tiene ir ligada a mantener nuestro bienestar, nuestra salud. No digo que haya veces que hagamos excepciones y que a veces tomemos decisiones que nos fastidien pero que ayuden a otros, okey, podemos hacerlo, pero esto no tiene que ser el pan de cada día.
Las personas que nos dedicamos a la psicología clínica estamos muy acostumbradas a ver en consulta a pacientes que siempre priorizan el beneficio de los demás, que lo dan todo, que hacen todo por todo el mundo, aunque eso les acabe generando muchos perjuicios. Y hacer lo contrario sería ser egoístas. No estamos jugando, se trata de salud mental, y la salud es lo más importante.
Esta técnica no os va a salir a la primera, posiblemente al principio incluso podéis creer que esto os quita tiempo, pero cuando se hace unas cuantas veces y se le coge el truquillo, es muy muy útil.
Voy a dar una serie de pasos, que tendréis que seguir en este orden.
Apunta, apunta.
1. Definir el problema.
Es el primer paso y el más importante. Con ello aclaramos su naturaleza, pensamos en objetivo u objetivos que sean realistas y también identificamos los obstáculos que puedan surgir.
Podemos desgranar el problema grande en problemas pequeñitos. Porque la definición tiene que ser concreta y clara. El problema no puede ser “no tengo tiempo para nada”, seguro que muchas veces habéis pensado esto.
Para definir bien el problema, el truco es hacer de tal manera que alguien ajeno a nosotros pueda entenderlo. Es decir, que signifique lo mismo para mí y para mi vecino.
Si yo digo que no tengo tiempo para nada, a lo mejor para mí significa que no tengo tiempo para hacer ocio, pero para mi vecino significa que no tengo tiempo para terminar mis tareas del trabajo y para mi prima significa que estoy siempre haciendo cosas.
Si definimos un problema y cada uno puede darle una interpretación… está mal definido. Tenemos que concretar más.
Muchas veces este proceso de concretar lo que hace es sacar nuevos problemas, más pequeños. Por ejemplo, en este caso podrían ser: no me organizo bien, estoy haciendo horas extra, me comprometo con demasiadas cosas y luego no llego a nada, hago cosas, pero quiero hacer todavía más…
Los problemas los resolvemos de uno en uno. Las decisiones se toman de una en una, cogemos por ejemplo el problema: Desde que empezó el teletrabajo, estoy haciendo muchas horas extra. Vamos a concretar un poco más. Por aquello de que signifique lo mismo para todo el mundo. Todos los días trabajo durante 10 u 11 horas. ¿veis? Esto significa lo mismo aquí que en china.
Bien, tenemos delimitado, definido y concretado el problema. Vamos a por el paso dos.
2. Generalización de alternativas.
En este paso, nuestro objetivo es considerar el abanico de posibles estrategias para solucionar nuestro problema. Se trata de hacer una lluvia de ideas.
No hay filtro. Coged un papel y escribid todo lo que se os pase por la cabeza.
- Cambiar de trabajo.
- Que llegue mi hora de salida y cerrar el ordenador falte lo que falte.
- Hablar con mi jefa o jefe y decirle que no puedo seguir a este ritmo
- Dejar de quejarme y pensar que ya vendrán tiempos mejores.
- Cerrar a mi hora, pero conectarme por la noche para que me dé tiempo a terminar las tareas del día.
- Denunciar a la empresa.
- Dejarlo todo atrás y montar un chiringuito en la playa.
- Buscar una afición que me obligue a tener un horario determinado y no pueda buscar escusas para seguir trabajando un poco más, sino que tenga que salir de casa o la oficina para llegar.
- Evaluar mi productividad y ver cómo de efectiva es mi forma de trabajar y si puedo corregir algo para ir más rápido.
Bueno paro ya pero podríamos seguir todo lo necesario. Recordad que no hay filtro, que una idea descabellada puede dar paso a una idea brillante. Si nos centramos en escribir solo ideas lógicas, racionales y que se puedan aplicar, nos podemos bloquear. Así que da rienda suelta a tu imaginación.
3. Toma de decisiones.
En esta fase, predecimos las consecuencias más probables de las distintas alternativas, para ello necesitamos llevar a cabo un análisis de costes-beneficios.
Para hacer esto vamos a hacer una distinción entre beneficios a corto plazo y beneficios a largo plazo.
Os cuento. Los beneficios a corto plazo, es decir, inmediatos, en los próximos días, a veces no nos traen beneficios a largo plazo, en los próximos meses o años.
Por ejemplo, cerrar a mi hora, pero conectarme por la noche para terminar, puede traerme beneficios a corto plazo, como que me da tiempo a tener ocio, no tengo que enfrentarme a mi jefe o jefa, no tengo que avisar de que estoy mal… ¿pero a largo plazo? Pues seguro que mi cuerpo acabaría reaccionando por la falta de sueño, el cansancio, la ansiedad…
Mientras tanto, la solución “hablar con mi superior y pedirle que cambie mi ritmo de trabajo” a corto plazo es más difícil, me hace pasar por la vergüenza o por el miedo, pero a largo plazo puede hacer que mi vida mejore mucho.
Como recomendación, escoged aquellas que a largo plazo os traigan beneficios, aunque a corto no. Si encontráis alguna que a corto y a largo os traigan beneficios pues mira qué bien. Pero si una opción me da beneficios a corto plazo y problemas a largo plazo… no estoy resolviendo nada.
Pues este sistema lo haríamos esto con todas las opciones, así podríamos encontrar cual de ellas es la más factible y seleccionarla.
4. Implementación de la solución y verificación.
Esto es llevar a cabo el plan de solución, controlar y evaluar sus consecuencias y ver si lo que he hecho sirve o tengo que volver a repetir el proceso y buscar otra solución.
¿Qué no tenemos que hacer a la hora de resolver problemas o tomar decisiones? Hacerlo de forma impulsiva o descuidada y evitar resolver ese problema. Esto suele ser bastante ineficaz. A veces puede salir bien, voy dejando de lado el problema y otra persona lo resuelve o se resuelve solo, o también puede pasar que intente resolver algo de manera impulsiva y oye, salga bien, pero por lo general, mejor pensar las cosas, porque esta forma de hacerlo puede además crear otros problemas.
Así que ya sabéis, intentad tener una orientación lo más positiva posible hacia los problemas, e invertid un poco de tiempo en planificar la solución, puede ahorrar tiempo a la larga y hacer que los resultados sean muchísimo mejores. Con ello también aumentamos la seguridad en nosotros mismos, al vernos capaces de resolver problemas y, por lo tanto, mejoramos la autoestima.
Y hoy os voy a recomendar una película que te tiene sin apartar los ojos de la pantalla todo lo que dura. Se llama Marte, es de 2015, está dirigida por Ridley Scott, y la protagoniza Matt Damon, que es el mismo de las películas de Jason Bourne, a lo mejor ya la habéis visto, pero si no, vedla porque es muy buena.
En ella, el protagonista se queda atrapado en Marte y tiene que resolver muchos, muchos problemas, tomar muchas decisiones y plantearse muchas cosas. Es una historia de supervivencia y superación, con el toque ciencia ficción, que a mí personalmente siempre me gusta.
Se ve muy claramente la toma de decisiones con beneficios a corto o largo plazo y es muy entretenida.
Si quieres seguir aprendiendo y disfrutando de cómo ser más estable emocionalmente y vivir una vida plena y feliz, puede seguir escuchando nuestros podcasts y si lo necesitaras puedes solicitar tratamiento con nosotros en Itae Psicología.
Muchísimas gracias por escucharnos, si te ha gustado este episodio, dale a LIKE y compártelos en redes sociales, recuerda que si necesitas atención individualizada ya sea presencial u online, estamos a tu disposición en itaepsicologia.com.
Hasta el próximo episodio, un abrazo.
También puedes disfrutar de todos nuestros podcast en tu plataforma favorita: